Paola tenía un almacén de barrio en el complejo Las Margaritas, en Bosques Florencio Varela, pero debió cerrarlo como consecuencia de la crisis económica: la inflación, el poco margen de ganancia y la falta de trabajo en el barrio, liquidaron el negocio familiar que había empezado con su esposo. Le quedaron heladeras y estanterías vacías, deudas y la angustia de ver como su emprendimiento se terminó.
Empanadas, pizzas, y confituras, son parte de los alimentos que Paola siempre vendió en el barrio. Sus clientes siempre fueron sus vecinos. “Acá me conocen, saben como trabajo con la comida y entonces había decidido ampliar mi negocio”, dijo a Cuatro Medios. “El almacén lo abrí el 20 de junio del año pasado. Me iba bien, la mayoría de las ventas eran con tarjeta de crédito. Llegue a vender más de 8.000 pesos por día en el almacén”, contó la vecina.
Foto: Antes y después. Heladera llena de mercadería y la misma heladera, ahora, vacía.
Pero entre febrero y marzo de este año comenzaron los problemas. “Una semana iba con 10.000 pesos para reponer mercadería en el mayorista y volvía con dos changos, la siguiente semana iba otra vez con 10.000 pesos para comprar más mercadería y traía un chango. Entonces así fue decayendo hasta que no me quedó otra que cerrar y seguir con la comida”, dijo.
Pero no solo el aumento constante de los artículos que compraba para reponer en el almacén afectaron su situación comercial y económica. Paola empezó a notar que la crisis también golpeaba (golpea) cada vez más a sus clientes. Sus vecinos. “Acá en el barrio hay mucha gente sin trabajo. Los que están sin empleo son muchos. Imaginate que empezaron a comprarme 20 pesos de queso fresco, 20 pesos alitas. Por 20 pesos no te llevas nada. Las alitas las vendía en febrero a 30 pesos el kilo y ahora está 75 pesos el kilo”, describió la mujer a Cuatro Medios.
Para poder equipar su negocio Paola compró heladeras exhibidoras, cortadora de fiambres, cocina, balanzas y freezers. Los equipos comerciales los adquirió por medio de Pago Diario, un sistema de compras para comerciantes que les da la posibilidad de adquirir o renovar lo necesario para el negocio, a pagar por día por medio de un cobrador. La modalidad es muy utilizada por comerciantes de la región y solo se necesita como requisito tener un comercio con caja diaria y documentación básica.
Foto: Así comenzó Paola su negocio, con mucha mercadería para vender.
A Paola le quedaron los equipos sin utilizar y las deudas. “Las cuentas nos están saturando. Tenemos cuentas atrasadas. Mi marido puso todo su sueldo acá y se nos complicó todo. Nos quedó una deuda de luz de 25.000 pesos de dos boletas de Edesur. Trabajamos 24 horas los dos y la plata no nos rinde más. Ni para el negocio, ni para vivir”, dijo la vecina a este sitio de noticias.
La vecina dijo que “antes tenía mi negocio lleno y podía pagar mis cuentas, los créditos, pero ahora no puedo pagar. Tengo a la venta una heladera exhibidora para poder zafar parte de la deuda. Estoy con esas deudas a pagar hasta junio”, dijo.
Y agregó: “Las políticas del gobierno me afectaron. Iba todo bien hasta que comenzaron con los aumentos de semana a semana”, dijo a Cuatro Medios en medio de la tristeza de no poder continuar con el almacén.