Conociendo las limitaciones para formar el equipo, el DT de Defensa le planteó un partido incomodísimo al Palmeiras. Se propusieron dejar hasta la última gota de sudor y tratar de conseguir los tres puntos que lo ubicaran en lo más alto del Grupo A. No se dio por la eficacia del rival, que supo capitalizar las chances que tuvo. Dieron dos golpes certeros que obnubilaron al Halcón en su propio terreno.
Si se trata de estar bien parado, de resistir con la pelota en los pies y estar metidos en el juego, Defensa y Justicia encaja perfecto con esa propuesta. En el primer tiempo, contuvo a su adversario y no lo dejó ser. Tampoco pudo lastimarlo ni avanzar con muchas ideas en el plano del ataque. Walter Bou experimentó la soledad en la delantera y sufrió la falta de creatividad colectiva. La Pantera presionó y obligó, pero no provocó descalabros en la faz defensiva del último campeón de la Libertadores.
Las primeras desatenciones se pagaron carísimas porque entre los dos y once minutos del complemento, las genialidades de Luiz Adriano hicieron la diferencia y rompieron el hielo. Asistió dos veces a Rony que no perdonó en el arco de Unsain. Fueron dos jugadas asociadas, que se generaron a espaldas de los defensores y dejaron sin reacción a los varelenses. Así se gestaron las anotaciones brasileras, que antes de los 15’ de la segunda etapa ganaba 2 a 0.
A partir de ahí, la suerte estaba sentenciada. Se le volvió irreversible el resultado al dueño de casa, que no aflojó y fue para adelante para intentar arrebatarle algo al Verdao. Con más corazón que ideas. A esta altura, se conocen demasiado y Abel Ferreira supo con que armas contrarrestar al equipo que le arrebató la Recopa Sudamericana.
De tanto ir al frente e insistir, llegó a los 23’ el descuento de Defensa, tras un centro punzante de Marcelo Benítez, Nicolás Tripicchio alcanzó a empujar con la punta del botín el balón y darle esperanzas hasta el final para conseguir la igualdad que no pudo llegar.
El descuento de Nicolás Tripicchio. Foto: Marcelo Peralta.
Habrá que contar los días para que se recuperen los jugadores y el entrenador pueda contar con el plantel entero. En los últimos encuentros, se presentó disminuido, dando ventajas por la falta de recambio. La actitud no cambió e incluso creció la fortaleza de la plantilla. Colaboraron todos. Se brindaron al máximo. Nada para reprochar. Algunos juveniles tuvieron que madurar repentinamente y saltar a la cancha para dar una mano. Cuando Defensa y Justicia los necesitó, todos respondieron. Esta derrota no complica la suerte del Halcón de Varela en el certamen continental, ya que se encuentra segundo con cuatro unidades, detrás del Palmeiras que acumula nueve unidades, y clasifican a la próxima fase los dos primeros.
