La Asamblea UNQ en lucha, conformada por estudiantes, docentes, trabajadores, trabajadoras, becarios y becarias de la Universidad Nacional de Quilmes, realizó el viernes una masiva movilización desde la puerta de la universidad en la calle Roque Saenz Peña 352 y que recorrió el centro de Bernal en rechazo al ajuste del presidente Mieli y en defensa de la universidad pública.
La marcha fue parte de un plan de lucha que la Asamblea UNQ encara ante el congelamiento del presupuesto universitario que ya está ocasionando efectos en el funcionamiento de la UNQ, como la reducción en la inscripción de materias, disminución de los servicios que la UNQ brinda a estudiantes como los días y horarios de atención de la biblioteca, el despido de docentes contratados, mientras demás docentes y trabajadores ven licuados sus salarios por la devaluación y la alta inflación.
El reclamó de la movilización se centró en el rechazo al ajuste y a “los ataques contra la ciencia y la educación del gobierno de Milei”. La marcha se hizo sentir en las calles de Bernal durante toda el recorrido. Luego, los participantes realizaron una asamblea para definir la continuidad del plan de lucha.
En ese sentido resolvieron continuar con las clases públicas, una radio abierta para el 21 de marzo en el marco del Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia y una nueva asamblea el 26 de marzo para seguir acordando nuevas medidas que visibilicen la situación que atraviesa la comunidad universitaria de la UNQ.
El congelamiento presupuestario, el contexto
El ajuste que realiza el presidente Javier Milei en las universidades públicas del país comenzó a generar complicaciones en el funcionamiento de las casas de altos estudios.
Esta semana el gobierno hizo un anuncio sobre un aumento del 70% para el funcionamiento de las universidades -situación que por el momento no se concretó- mientras los efectos de desfinanciamiento ya son notables en las instituciones universitarias.
En la UNQ el ajuste hizo que el rectorado declarara la Emergencia Económica y Presupuestaria el 28 de febrero, en el inicio del dictado de clases.
Mientras, el congelamiento del presupuesto por parte de Milei, pone en riesgo la continuidad del funcionamiento de las universidades nacionales, teniendo en cuenta que diferentes dirigentes universitarios estiman que en menos de dos meses, las facultades y colegios dependientes de universidades públicas no podrán continuar con sus actividades por la asfixia presupuestaria.
