Pablo Andrés Berra de 54 años se convirtió en el primer argentino en sumarse a las pruebas que buscan la vacuna contra el coronavirus. Lo hizo en el laboratorio de la Universidad de Witts, ubicada en Johannesburgo, que está asociada con la de Oxford.
Para ser elegido, debió realizarse diferentes estudios médicos para comprobar que era completamente sano, y así poder estar entre los 2 mil voluntarios que aun se buscan para continuar con los experimentos.
Luego de aplicarse la vacuna, en el laboratorio le dieron un termómetro y una regla que tiene círculos para medir el diámetro del lugar donde le pusieron la inyección. Si llegara a notar algún cambio importante o tuviera fiebre o tos, deberá llamar de inmediato a los profesionales, quienes le adelantaron que la vacuna no produce síntomas complicados.
Sobre el trabajo de la Universidad de Oxford, la revista científica "The Lancet" sostuvo que los resultados revelaron que una dosis única de AZD1222 resultó en un aumento de cuatro veces los anticuerpos contra la proteína del pico del virus SARS-CoV-2, en el 95% de los participantes un mes después de la inyección.
En cuanto al ritmo de vida que deberá llevar tras vacunarse, Pablo Berra indicó que "será totalmente normal durante doce meses" pero no deberá salir del país o cambiar de provincia. Además afirmó que si la vacuna es efectiva, recibirán el placebo de forma gratuita como agradecimiento.
