Levantarse y descubrir que no hay ni una prenda de ropa limpia. La búsqueda por el clóset con el objetivo de encontrar algo con lo que vestirse se convierte en una épica aventura digna de una de las películas de Indiana Jones. Sin embargo, tú no eres Jones y lejos de encontrar el Arca de la Alianza lo más que llegas a descubrir es un calcetín sucio. Así que no queda más remedio que hacer la colada y pasar por el terrible y tedioso trance de lavar y planchar el montón de ropa que se ha ido acumulando durante semanas. Pero, ¿y si alguien lo hiciese por ti?
Ésta es precisamente la premisa de Mr. Jeff, una aplicación que acaba de desembarcar en la Argentina y que está llamada a revolucionar el modo en el concebimos la rutinaria tarea de hacer la colada. El funcionamiento es muy sencillo: cada semana los empleados de Mr. Jeff, que reciben el nombre de “Jeffs”, recogen tu ropa a domicilio garantizando su entrega limpia y planchada, de nuevo en tu casa, en un plazo no superior a 48 horas. Simple y eficaz.
La ingeniosa idea surgió en España hace ahora cuatro años de la mano de varios jóvenes emprendedores que vieron en Netflix un modelo a seguir. Pero, ¿cómo aplicar la receta del éxito del gigante del streaming a un servicio de lavandería? A priori no parece sencillo, pero en el sector empresarial es habitual tratar de adaptar lo que ya sabemos que funciona a nuevos proyectos. Incluso en otros campos como el deporte se suele ver esta estrategia, grandes ajedrecistas como el argentino Leo Fernández se valieron de sus conocimientos para dar el salto a nuevas disciplinas, en concreto el póker. En el caso de Mr.Jeff, sus creadores se fijaron en el modelo de suscripción de Netflix, el cual cuenta con diferentes tarifas en función al número de pantallas que se deseen contratar. De esta forma, los españoles aplicaron la variedad de tarifas a su empresa, ya que son conscientes de que no todas las personas presentan las mismas necesidades. Los precios varían en función al plan contratado; por ejemplo, cuatro bolsas de una capacidad de ocho kilos al mes, es decir, una por semana, alcanzarían la suma de 880 pesos mensuales. Esto se traduce en que por menos de 29 pesos diarios podemos disfrutar de nuestra ropa limpia y planchada sin tener que movernos de casa y sin ningún tipo de compromiso de permanencia.
Además, Mr. Jeff también ofrece la posibilidad de contratar un servicio ocasional e incluso solo bajo una modalidad. Esto es, se puede contratar el servicio de planchado pero no el de lavado, y viceversa. Eso sí, existe una serie de prendas que no entrarían dentro de las tarifas estándar, como aquellas que requieran de un cuidado especial, como pieles, alfombras, edredones, fundas nórdicas o cortinas. Para todas ellas existen tarifas especiales cuyo coste es un poco superior al estándar. Además, también es importante tener en cuenta que para secar toda la ropa Mr.Jeff emplea secadoras, por lo que esta opción quedaría eliminada para todas aquellas prendas que no permitan el secado a máquina.
Para poder usar este nuevo servicio de lavandería tan solo hay que descargarse su aplicación, disponible tanto para dispositivos iOS como Android, registrarse a través de Facebook o Gmail y buscar nuestro código postal. A partir de ahí, podremos escoger entre los diferentes planes ofertados o, si lo preferimos, optar por un servicio ocasional. Para efectuar el pago, tanto la aplicación como la web ofrecen al usuario la posibilidad de realizarlo a través de tarjeta bancaria o PayPal, sin guardar en ningún caso los datos introducidos para garantizar la seguridad del usuario.
Tras su gran acogida en España, en ciudades como Valencia y Barcelona, Mr. Jeff dio el salto en 2017 a América Latina abriendo varias franquicias en México. En la actualidad, está presente en Colombia, Chile, Perú y Brasil. Su aterrizaje en la Argentina ha sido todo un éxito y ya cuenta con más de 25 franquicias en Buenos Aires que, además de lavar la ropa recolectada, también permiten que aquellos usuarios más reacios a dejar sus prendas en manos desconocidas se acerquen hasta ellas funcionando como una lavandería tradicional.
