Durante el crecimiento del recién nacido se transitan varias etapas, todas importantes para su desarrollo. Y en este sentido también es fundamental la elección de una cuna que lo contenga de manera que le permita generar confianza y seguridad con su entorno.
Las cunas se transforman entonces en un elemento central para los bebés, ya que allí dormirán y descansarán desde sus primeros días hasta alcanzar al menos los tres años, momento en el cual ya están preparados para pasar a una camita.
Pero las cunas vienen evolucionando sin pausa, con modelos muy variados, construidos en distintos materiales, bajo normas industriales, todo pensado para brindar el confort necesario para el niño o niña. Visitá Muebles más Chicos para conocer modernos modelos: colechos, funcionales, charriot, americanas, son las destacadas, junto con otros accesorios que las complementan.
Para los profesionales, el tiempo de sueño para el bebé es fundamental para el crecimiento: en ese proceso incrementan la conexión entre las terminales nerviosas de las neuronas y además, al dormir el organismo genera mucha de la hormona conocida como “hormona de crecimiento” (GH).
Según recomendaciones de las autoridades de salud, al principio, es mejor que el bebé duerma junto a la cama de los padres pero siempre en su propia cuna, en un ambiente sereno, no demasiado caluroso.
La cuna sigue siendo central, porque a la hora de dormir se debe acostar al bebé con los pies apoyados contra la parte inferior de la misma y con los brazos por arriba de la sábana. De esta manera, no podrá deslizarse por debajo de las sábanas, y se evita la posibilidad de asfixia.
Para garantizarle al bebé un sueño y descanso adecuado, también es fundamental un buen colchón, firme y que no contenga almohadas ni almohadones.
Por todo esto, la elección de la cuna se hace indispensable para los recién nacidos.