Hace tan solo unas semanas, antes de que terminara 2020, en Cuatro Medios os hablábamos de la popularidad que habían adquirido de nuevo las criptomonedas. Pues bien, poco más de dos meses después estamos asistiendo a un hecho histórico, y es que no solo no ha dejado de crecer el valor de las criptomonedas más significativas, sino que empresas como BBVA y PayPal están implementando su compraventa.
La historia de las criptomonedas no ha estado exenta de polémica: desde gobiernos que se han empeñado en deslegitimizarlas, hasta grandes corporaciones que las han hecho suyas, pasando por un sinfín de controversias sobre cómo aplicar impuestos a la actividad de estos activos o cómo aprovechar la tecnología que pusieron en marcha, el blockchain, para arrojar un poco más de luz sobre ciertos tipos de transacciones.
En cualquier caso, a estas alturas parece bastante obvio que las criptomonedas han llegado para quedarse, y más vale que los diferentes países y estructuras económicas se adapten a esta nueva forma de entender el dinero.
Precisamente, la implementación de criptomonedas en cada vez más plataformas y grandes compañías parece confirmar lo que muchos entusiastas de estas formas de cobro y pago llevan años diciendo: son el futuro o, al menos, parte de él.
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No cabe duda de que la iniciativa de introducir las criptomonedas por parte de PayPal, anunciada a finales de 2020, ha tenido un éxito impredecible. De hecho, se ha hecho público recientemente que la empresa doblará su apuesta por las criptomonedas, la cadena de bloques y las monedas digitales en 2021.
Probablemente, PayPal también haya contribuido a eso que suele denominarse “efecto llamada” al involucrarse de esta manera en el mundo de las criptomonedas. Hablamos de la compañía de pagos por internet con más relevancia internacional, y todas las acciones que han llevado a cabo a lo largo de los últimos años han marcado un antes y un después en cómo entendemos la compra de productos y servicios a través de internet. Desde su temprana implementación en eBay, que, curiosamente, propició en gran parte su auge como forma de pago y como un seguro extra a la hora de comprar productos por internet, hasta su actual incorporación, también como una alternativa de pago, en plataformas de juegos de casino, un referente en lo que tiene que ver con juego online; en Asos, líder también en su sector, el de la ropa; Wish, probablemente la aplicación de vendedores chinos más importante en la actualidad; o en el líder de videojuegos online Steam, entre otras muchas compañías, PayPal se ha convertido en todo un referente dentro de su sector.
Cabe esperar, entonces, que, si PayPal no solo invierte en este tipo de tecnologías, sino que implementa la compra y la venta en la propia plataforma, esto tenga un impacto directo en el aumento de inversores. Además, el “efecto llamada” del que hablábamos previamente, que ya ha tenido claras implicaciones en el mundo de las criptomonedas con anterioridad, se alimenta a sí mismo, es decir: ciertas noticias, como la reciente implicación del BBVA, o lo que explicamos sobre PayPal, hacen que los medios de comunicación se hagan eco de estas acciones empresariales, que el ciudadano medio baraje la posibilidad de comprar, que algunos de ellos compren y esto haga que suba el precio, y que precisamente entonces sea cuando todavía se produzca más efecto llamada al ver, aquellas personas que no invirtieron pero lo barajaron, el aumento del precio de la moneda y su potencial pérdida por no haber invertido antes.
En cualquier caso, debe primar la cautela. El mundo de las criptomonedas sigue siendo extremadamente imprevisible y, aunque puede reportar grandes ganancias, también puede ser motivo de enormes pérdidas.
