jueves. 25.04.2024

Recomendaciones para hacer una buena exposición en público

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Recomendaciones para hacer una buena exposición en público

Hacer presentaciones en Power Point o cualquier otro software de diapositivas y presentaciones es para algunos, un mal necesario. Para otros, una auténtica pesadilla.

En el ámbito académico y laboral, este tipo de software y en concreto el programa del paquete Office, es una herramienta casi omnipresente en la actualidad, por lo que conviene conocerla a fondo para saber cómo potenciar las presentaciones.

Por fortuna, hoy en día podemos encontrar plantillas en internet y tutoriales donde nos muestran consejos a seguir para lograr de la presentación una actividad atractiva para los espectadores y satisfactoria para quien la realiza.

Si lo deseas, puedes visitar sitio plantillaspowerpoint.online para descubrir todo lo que tiene que ofrecer este portal. En esta web actualizan a diario y tienen cientos de power point de distintas temáticas que puedes descargar gratis para facilitarte el trabajo.

Cuidar el diseño de la presentación

El diseño es un elemento que no siempre se tiene en cuenta. Subestimar el poder de la estética a la hora de diseñar la presentación impide sacar el máximo partido posible a las diapositivas.

En el proceso de creación de la presentación, es recomendable optar por fondos simples y neutros que no afecten a la legibilidad del texto. La tipografía es conveniente elegir aquellas que sean sin serifa, como Arial, Helvética o Verdana. Si no se es experto es diseño, no es recomendable mezclar varias fuentes y mantener una coherencia visual a lo largo de la presentación.

El minimalismo siempre funciona en las presentaciones

Son varios los refranes españoles que se ajustan bien a la idea del minimalismo en las presentaciones. El que dice eso de que “menos es más” y el que habla de ´”lo bueno, si breve, dos veces bueno”.

La recomendación de Guy Kawasaki, experto en marketing y publicidad, es atenerse a la regla del 10/20/30. La presentación ideal debe tener no más de 10 diapositivas, 20 minutos de duración y no contener tipografías con cuerpo menor a 30.

Todos los pasos que estén encaminados a simplificar la información y aliviar las diapositivas de elementos innecesarios, es bienvenida. El minimalismo, en las presentaciones, funciona.

La presentación debe ser visual

La audiencia no te puede leer y escuchar a la misma vez. Si incluyes texto en la presentación, no lo leas al dedillo. Es preferible no colocar en las diapositivas largos textos, sino mejor un titular, una imagen para ilustrar o una infografía.

Si tienes que recitar algo que aparece en pantalla, no lo leas directamente, pues esto aburre al público y muestra falta de confianza en tucapacidad de transmitir las ideas.

Al igual que la presentación debe ser visual, los que la realizan y la cuentan a la audiencia, deben hacerla lo más visible posible. Es fundamental conectar con el público, establecer contacto visual, mirar al público y transmitir confianza con lo que se dice.

Si el orador mira a un punto ciego, sin centrar la mirada en la audiencia a la que se dirige, la capacidad persuasiva se reduce y esto va mermando poco a poco la seguridad del orador.

Si el público es muy numeroso, lo mejor es escoger a tres o cuatro personas o frentes y alternar el contacto visual entre estos puntos.

Preparar la presentación y llegar con tiempo

Este consejo parece una obviedad, pero no mucha gente lo sigue al dedillo. Incluso si se está muy experimentado en estas tareas, nunca está de más practicar frente a un espejo, o con alguien de confianza, la presentación, pues esto ayuda a reducir los nervios y la posibilidad de los olvidos o errores.

El día de la presentación,ya sea de carácter laboral o en el ámbito de la educación, hay que llegar con tiempo suficiente para preparar las conexiones necesarias par la proyección y evitar los malos ratos a último momento, que no harán más que aumentar el grado de nerviosismo.

El storytelling, imprescindible

Un último consejo para preparar presentaciones es llevar un guión. Los buenos oradores son aquellos que saben ilustrar bien sus ideas con chistes, anécdotas, experiencias o pequeños cuentos en lugar de recitar la información pura y dura.

Esto es lo que se conoce como storytelling. Así, una buena presentación será más amena y entretenida si esta historia consigue atraer la atención del espectador. Las exposiciones con este ingrediente resultan más atractivas que las que no muestran pasión o humor de ninguna clase.