¿Cuándo llevar a los niños a la guardia en tiempos de pandemia?: los consejos de la Sociedad Argentina de Pediatría

¿Cómo saber cuándo llevar a los chicos a una consulta de emergencia? Hay comportamientos o signos de alerta en los chicos más pequeños, que deben prestar atención los papás y mamás, para acudir a la guardia médica pediátrica en momentos en los que se maximizan los cuidados por la Covid. 

En ese sentido, la Sociedad Argentina de Pediatría difundió una serie de recomendaciones elevadas por el Comité de Emergencia y Cuidados Críticos de la organización, que son importantes tener en cuenta para que los niños y niñas reciban atención médica de urgencia.

Los 6 consejos que difundió la SAP:

Si tiene fiebre (38 grados centígrados en el axilar) y además: 

• Es menor de tres meses. 
• Tiene enfermedad crónica grave.
• Se acompaña de dolor de cabeza intenso y vómito recurrentes. 
• Respira con dificultad.
• Rechaza el alimento.
• Pierde la conciencia, se sacude o se pone rígido.

Si tiene vómitos y: 

• Es recién nacido, es de color verde o contiene sangre.
• Parece confundido pero está despierto.
• Tiene antecedentes de traumatismos.
• Tiene sed, ojos hundidos, boca seca y orina poco.
• Tiene dolor abdominal continuo e intenso.

Si está agitado y:

• Se hunde las costillas al respirar.
• Rechaza el alimento.
• Se escuchan ruidos respiratorios y quejidos.
• Se pone morado al toser.
• Hace pausas al respirar.

Si tiene lesiones como:

• Quemaduras en rostro, manos o articulaciones.
• Traumatismo de cráneo con pérdida de conciencia o tendencia a dormirse.
• Electrocución.
• Ingesta de productos de limpieza, medicamentos, pilas o elementos punzocortantes.
• Heridas profundas.
• Picaduras de arañas o alacranes.
• Mordedura de perros en la cara, cabeza o que sean grandes.
• Testículos dolorosos o hinchados.

Si tiene comportamientos como:

• Decaimiento sin fiebre.
• Llanto inconsolable.
• Irritabilidad persistente.
• Angustia, depresión, no puede dormir.
• Deseos de quitarse la vida.

Si presenta en la piel:

• Moretones sin haberse golpeado.
• Manchas rojas que no desaparecen al estirar la piel.
• Ronchas grandes que pican y labios hinchados.
• Coloración azulada, muy pálida o moteada.