Pesar por el fallecimiento de Ricardo Ostrowsky, propietario de la tradicional heladería "El Polo"
- A los 72 años, falleció Ricardo Ostrowsky, propietario de la tradicional heladería El Polo, ubicada en Brown y Colón.
- Conocé la historia del emblemático local que ocupa un lugar destacado en Quilmes.
A los 72 años, falleció Ricardo Ostrowsky, propietario de la tradicional heladería El Polo, ubicada en Brown y Colón.
La comunidad quilmeña expresó su pesar, a través de diferentes canales de difusión y redes sociales, teniendo en cuenta que el local fue inaugurado en 1931, representando un lugar esencial en la historia de Quilmes.
Ricardo, junto a sus hermanos, perteneció a la tercera generación de heladeros, quienes en 1998 ampliaron el comercio para dar un mejor servicio a sus clientes.
HISTORIA DE HELADERÍA “EL POLO”
La historia de Heladería “El Polo” fue iniciada por el matrimonio de Catalina Cieñiuch y Gabriel Ostrowsky, dos inmigrantes de origen polaco y ucraniano llegados a principios del siglo XX.
El impulso familiar ocurrió después de la crisis de 1930, cuando a Gabriel Otrowsky, carpintero de oficio, le costaba mantener a su familia por la escasez de trabajo.
Cayetano Cieñiuch, padre de Catalina ya sabía elaborar cremas heladas y en 1930 guiados por Cayetano a Catalina se le ocurrió una alternativa económica y comenzaron a fabricar las primeras barras heladas que sus hijos José y Eduardo vendían en la calle con sus carritos de helados. De esta manera, la actividad se convierte en la principal fuente de ingresos de la familia.
¿POR QUÉ “EL POLO”?
Catalina Cieñiuch no se olvidó de su origen, pensó en su Polonia natal y por eso utilizó las primeras sílabas para asociarlas con el frío de los helados, dando nacimiento a “El Polo”.
En los inicios, esta familia de inmigrantes comenzó manteniendo el helado con hielo y sal, hasta que la actividad fue creciendo y en 1935 incorporaron la primera heladera eléctrica. Cinco años más tarde, inauguraron en Brown y Colón el primer local para venta al mostrador, además de abastecer a los comercios para la reventa.
En esa época, buscaron un producto complementario para el invierno y los hijos iniciaron la elaboración de pizzas, que durante muchos años acompañaron a las familias quilmeñas.
En 1971, el local quedó a cargo de los hijos del matrimonio: Cristina, Carlos y Ricardo.