Leonardo Ponzio se despedirá del futbol el próximo 21 de septiembre en el Estadio Mâs Monumental, en el que participarán ex compañeros de River Plate de los planteles 2015 y 2018, junto a amigos que conoció dentro del deporte.
El encuentro despedida fue presentado oficialmente este jueves 18 al mediodía, donde, además, estuvieron presente, el presidente Jorge Brito, y el titular de la empresa organizadora del evento, Win Fun Group, Diego Díaz.
Un Ponzio conmovido se refirió a los partidos más importantes en su carrera como su debut con la banda ante Lanús, el que permitió el ascenso esperado a la Primera en 2012, y el inolvidable triunfo ante Boca en Madrid por Copa Libertadores en 2018. Pero remarcó que siempre quiso que lo recuerden como persona porque “un día, dejas de ser jugador” pero que la vida continúa. Al mismo tiempo destacó que River le haya dado la oportunidad de “volver a vivir un vestuario” por última vez. “Soñé muchas cosas dentro del futbol, pero tener una despedida así, y en esta institución, no”. “Somos pocos los que tenemos el privilegio de jugar con una cancha llena todos los domingos”, señaló.
Leonardo Ponzio, siendo capitán, formó parte del ciclo más importante en la historia de River, donde logró 17 títulos profesionales, y se convirtió en el jugador más ganador del club, acompañando un proceso que tiene a Marcelo Gallardo como bandera.
Sin dudas, Gallardo, el DT más influyente de los últimos 10 años en el futbol argentino, fue uno de los técnicos más importantes en su carrera, y en este sentido señalo que ambos fueron a la par. “Marcelo me agarró con 30 años, en una etapa madura de la profesión, pero no tanto de la vida, me corrigió muchas cosas a nivel futbolístico, fue importante porque vivimos etapas en este club que es su casa, y donde a mí me adoptaron”. Esta relación afianzada desde lo humano, “fue una consecuencia de hechos y de resultados, además de los diálogos que tuvimos fuera de lo futbolístico, para mí eso fue muy importante”, agregó.
Será una despedida especial y diferente a las ya vividas por el mundo riverplatense, como las del Beto Alonso, Enzo Francescoli, Ariel Ortega y Fernando Cavenaghi, jugadores que nacieron en River o que alcanzaron el mote de ídolos. En el caso de Ponzio, sus inicios fueron en Newells, luego emigró al Zaragoza de España, jugó en River en 2007 y 2008, y regresó a Nuñez en el año 2012 para devolver al club a la primera división, y de allí en más, conquistar el corazón de los hinchas, que hoy lo ubican entre grandes glorias como Ángel Labruna.
Sobre su vínculo con la institución, pero sobre todo con la gente, Ponzio expresó: “La clave fue el día a día, hace bastante tiempo hay un sentido de pertenencia del lugar, eso se refleja mucho hacia afuera, que se identifiquen con vos, y sobre todo los valores, es algo que yo siempre resalté, lo grupal por sobre lo individual”.
En este sentido, el ex capitán sostuvo que “poder pensar en un grupo y no en una persona, esos valores que intentamos trasmitir” seguramente lo pusieron en el lugar que hoy le toca, además de los títulos, porque “eso es lo que marca la historia de River, y uno fue parte de eso”, señaló.
La conferencia también dio para que deje un mensaje hacia aquellos jóvenes que se inician en el mundo del futbol, y que ven un futuro dentro de la profesión: “La familia dentro de nuestra profesión es muy importante, es la que te hace bajar a tierra, la que te muestra otras realidades, y es la que te ayuda a transitar varias etapas de juventud en las que te pensás que por tener la camiseta de River, te comes el mundo, o sos la vidriera de todo”. En este sentido, durante la conferencia también recordó el caso de Ezequiel Cirigliano, con quien compartió vestuario, y dijo que, si existe la posibilidad de verlo, lo primero que haría es escucharlo.
Por último, se refirió a los últimos meses en los que volvió a estar vinculado al ambiente, después de superar una lesión de rodilla que lo marginó de su última experiencia con el club de su pueblo, Williams Kemmis. “Uno siempre vuelve a los lugares donde se sintió cómodo, donde fui feliz” expresó al referirse a la visita al River Camp, y agregó que la idolatría que llegó a generar, “habla de un cariño eterno, y eso hace que uno sienta que esto no se termina, y que realmente debemos seguir representando estos valores”.
Leonardo Ponzio ratificó, a pocos días de ponerse por última vez la cinta de capitán, que su paso por el futbol, no solo dejó títulos y resultados, sino que “estar a la altura” representa amplificar valores como el respeto, la humildad y el esfuerzo, estando fuera o adentro del campo de juego.
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