“Condenamos enérgicamente la represión que se ha transformado en un instrumento para disciplinar al pueblo que reclama por sus derechos”, agregó el legislador.
El Diputado afirmó que con este contexto “la democracia y sus instituciones parecieran que están en riesgo. Estamos muy triste y por eso cada uno de los bloques manifestó sus preocupaciones y disgusto a toda esta represión indiscriminada.”.
“El pueblo no se va callar. Los Diputados y Senadores que tienen la responsabilidad de legislar deben tener en cuenta que la represión está golpeando al pueblo que se manifiesta y a las instituciones del Estado”, dijo.
“Ver al pueblo detrás de las vallas nos hace sentir un poco extraño a nosotros como legisladores. Esto no le hace bien a la Argentina. Tenemos que dialogar y trabajar. Nos prometieron que venían por dialogo y el consenso y no vemos eso", señaló.