La concreción del cine en la escuela es un proyecto sin precedentes en Florencio Varela y en el que los integrantes de la Sociedad Civil “Mi pueblo” trabajaron durante casi un año.
Cabe destacar que el proyecto comunitario es un compromiso que se asumió en agosto del año pasado cuando el Director del establecimiento, Walter Othar, planteó como necesidad básica el acceso a la cultura de sus alumnos a través del cine.
La comisión Directiva de Mi pueblo, luego de fructuosos debates, también así lo entendió y comenzó a darle forma a un proyecto tan ambicioso como noble.
El cine en la escuela no sólo es empleado como fuente de información, también permite incorporar el estudio de la sociedad, conocer culturas diferentes a la propia, formar visiones respecto a acontecimientos pasados, presentes y entrar en contacto con pensamientos, ideas y valores.
La pantalla grande tiene la capacidad de pensar mundos diferentes.
El vicepresidente de la Sociedad Civil “Mi Pueblo”, Rodolfo Calvi expresó: “Aunque parezca increíble, aun en nuestros días hay niños y niñas que no conocen el cine y aquí lo trajimos, donde el 80% de los alumnos de este establecimiento no lo conocían”.
Además, agregó: “fue un proyecto muy ambicioso que demandó de mucho trabajo pero que va a permitir a cientos de chicos soñar ante la pantalla grande”.También recordó al ex tesorero de la institución recientemente fallecido, José Luis Lozano: “Fue unos de los pilares de este proyecto”. “La palabra empeñada fue cumplida”, concluyó
Por su parte el intendente de Florencio Varela, Andrés Watson, felicitó a los integrantes de la Sociedad Civil Mi Pueblo y agregó “este es un ejemplo del trabajo en conjunto porque somos todos parte de esta comunidad”.
La Sociedad Civil Mi Pueblo posó sus ojos donde muy pocos lo hacen. Este proyecto permitirá que cientos de niños puedan disfrutar de su cine, que puedan soñar y fantasear con las historias que allí se proyectan.
En esta escuela, el cine es un oasis de resistencia ante tanta desigualdad y falta de recursos.
Cerca de 200 chicos estaban en un largo salón comedor, ahora transformado en cine. Luego de bailar las Chacareras y danzas coreográficas disfrutaron por primera vez de su cine.
Cuando las luces se apagaban el brillo de sus ojos iluminaron el salón y contagiaron a todos con su alegría. Para ellos, se estaba proyectando cine de alta calidad.
