El Halcón venció por 1 a 0 al pincha de Caseros y se clasificó a los 16avos de final, donde enfrentará a San Lorenzo. Fue preciso y llevó adelante su idea de partido, pero terminó sufriendo en el final por no concretar las chances de gol que tuvo durante todo el desarrollo. ¿El tanto? Lo marcó Walter Bou a los 39’ del primer tiempo.
El equipo de Beccacece marcó un punto de juego en la cancha y giró como un compás dibujando sus intenciones en el partido. Arrancó presionando bien arriba, intentando ser lo más agresivo posible. Los antecedentes del matador en el certamen, año tras año, lo ponían en alerta.
Los dirigidos por Mauricio Gigante mostraron las garras en el arranque y ensayó el pressing en campo varelense y lo aguantó durante un breve período. Defensa descubrió por donde venía el partido y abrió fuego. Manejó la pelota y se aprovechó de algunos errores de Estudiantes que trataba cerrarse lo más que podía. Había equivocado el camino porque le cedió la pelota “a los de enfrente”.
La primera gran chance del encuentro fue para el Halcón mediante una magistral habilitación de Enzo Fernández, que dejó solo a Braian Romero y la picó frente a la salida de Ezequiel Centurión, pero no fue el primer grito porque pasó muy cerca del palo.
Después de tanto visitar el área contraria, llegó la premiación para Defensa y Justicia. A los 39’, tras un gran desborde y asistencia de Marcelo Benítez, Walter Bou la puso bien abajo del palo derecho del arquero y convirtió el 1-0.
En el complemento, Estudiantes salió decidido a más y se propuso complicarle la noche al Halcón. Trató de asumir el protagonismo y aceleró con un poco más de fútbol. Los ingresos de Joao Fernando y Gianluca Pugliese produjeron frescura en el equipo de Caseros. Se produjeron varios llamados de atención, pero el guardavallas de Defensa estuvo a la altura y conservó el cero. El impulso ofensivo le generó espacios a los de Varela que usufructuaron esos huecos en el campo y comenzaron a contragolpear, a buscar las espaldas de los defensores y por ende se generaron más ocasiones. Ese número de llegadas no fue proporcional a la eficacia. Los delanteros no estuvieron finos. Les corrieron el arco. Romero, Rius y Menentiel se transformaron automáticamente en enemigos de la red.
Sobre el final, Ezequiel Unsain se erigió como la figura del cotejo, ya que sostuvo el triunfo de Defensa y Justicia que toleró numerosos embates de Estudiantes, lanzado en busca del empate, mientras el Halcón dilapidaba chances. Esas propuestas fueron insuficientes para que pudiera cerrar el resultado antes del epílogo, aunque se quedó con el boleto para la próxima instancia. La clave fue golpear en el momento justo.
