El equipo de Varela empató la serie en la agonía del encuentro, forzó el alargue y los penales donde se lució y venció por 4 a 3 al Palmeiras. Fue una final apasionante y llena de emociones. En el tiempo reglamentario, el marcador había quedado 2 a 1 a favor de Defensa, por los goles de Braian Romero y Marcelo Benítez, mientras que Veiga había anotado de penal para el Verdao.
El Halcón demostró el estado del proyecto futbolístico que sostiene y entregó un nuevo resultado en la cancha, repleto de satisfacción. El orden y el hambre de gloria lo llevaron nuevamente al podio. Florencio Varela instalada entre las ciudades coperas de América. Una alegría inconmensurable para su gente.
El equipo de Beccacece pisó fuerte y levantó otra copa gracias al don colectivo de estos futbolistas que sometieron al último campeón de la Libertadores, y le propusieron un ida y vuelta. Defensa y Justicia dominó el partido y redujo al Palmeiras, que si bien tuvo algunos buenos momentos durante el cotejo no pudo superar a su rival. Especuló y le salió mal.
El gol de Marcelo Benítez a los 93’ del tiempo reglamentario, cuando parecía que se consumían las chances del elenco argentino y la alegría se quedaba en Brasil, revitalizó a los del sur del gran Buenos Aires y provocó un golpe de knock out en el team de Abel Ferreira. Le apagaron la fiesta y terminaron de aniquilar a un contrincante ineficaz dependiente de una de sus figuras, el número 7 Rony, y que sostuvo el trance beneficiado por algunos fallos arbitrales polémicos de Leodán González.
Primer título como entrenador para el rosarino que rediseñó el esquema del plantel con la base heredada de la gestión anterior al mando de Crespo. El planteo que ejecutó anoche en el estadio Mané Garrincha fue certero y estuvo a la altura de las circunstancias. Una formación con identidad, juego, mentalidad, seguridad, criterio y efectividad.
Se trató de un triunfo construido por los méritos colectivos que hace rato se vienen notando, pero resaltaron algunas actuaciones individuales como las de Francisco Pizzini, Enzo Fernández y Ezequiel Unsain que se puso el traje de héroe en el tiempo extra y tapó un penal clave, dándole vida a los varelenses en un momento delicado de la serie.
A Defensa y Justicia no le pesó la final ni el escenario. Tampoco cargó en el bolso el peso de la derrota en el partido de ida. Construyó uno de los batacazos más grandes del fútbol argentino en Brasil, después de haber estado dos goles abajo en el global. Su reacción arrastró a alargue al Palmeiras. Derrumbó mentalmente al conjunto brasilero y se paró para ser campeón en los tiros desde el punto del penal. La Gloria le quedó a 12 pasos y no falló. Defensa vuelve a escribir una nueva historia continental. La vuelve a contar de un modo memorable, con sabor a proeza y fecha de vencimiento eterna. Se dice campeón y es una palabra que aterriza en Varela.
*Periodista, especialista en Deportes.
