viernes. 19.04.2024

Santa Evita: el pedido de la CGT a la Iglesia

  • Los secretarios generales de la entidad solicitaron al cardenal Mario Poli de manera formal que se inicie el proceso de beatificación de Eva Duarte de Perón.
  • Esperan que Iglesia que se haga eco del "sentir popular para felicidad de fieles y santos".
#4Medios EvaPerón
¿Santa Evita?.

El consejo directivo de la CGT solicitó de manera formal al cardenal Mario Poli que se inicie el proceso de beatificación de Eva Duarte de Perón. 

Los secretarios generales de la entidad lo hicieron a través de una nota donde le pidieron a la Iglesia que “acompañe el sentir popular y coloque a Eva Perón en los altares oficiales para felicidad de fieles y santos”.

En el escrito, Héctor Daer, Carlos Acuña, Julio Piumato y Jorge Sola, dicen que luego de cien años, "la figura y obra de Eva Perón alcanzaron el justo valor trascendente para el pueblo argentino y todos los pueblos del mundo con sed de justicia".

También, consideraron que "circunstancias únicas vuelven a otorgar a la Argentina esa oportunidad", y que el pontificado de Francisco "puede alumbrar el camino si el conjunto está dispuesto a seguir las huellas de los mejores hombres y mujeres".

A cien años de su nacimiento, que se cumplieron el 7 de mayo pasado, la CGT ya había iniciado la campaña “Eva Santa del Pueblo”, para lograr su beatificación. Los sindicalistas también habían presentado el pedido de manera informal al Papa. 

En 2017, Jorge Bergoglio ya había introducido un motivo para iniciar el proceso de beatificación y luego canonización de Evita, cuando incluyó entre los santos a quienes "con la intención de seguir al Señor e impulsados por la caridad, ofrecieron heroicamente su propia vida por el prójimo, aceptando libre y voluntariamente una muerte cierta y prematura".

Sin embargo, la beatificación es un proceso complejo. Primero un sacerdote del lugar del nacimiento del candidato debe postularlo.

Después se reúnen testimonios de quienes lo hayan conocido y el caso debe ser aceptado en Roma. De comprobarse los testimonios, se declara a esa persona "sierva de Dios".