Ante la complicada situación económica en Argentina, cada vez son más los niños y niñas que concurren a comedores, copas de leche y merenderos en búsqueda de ingerir, al menos, un plato al día. Esto también está sucediendo en instituciones evangélicas de Florencio Varela.
Este es el caso de la Casa de Restauración Espiritual ubicada en el distrito. En el lugar reciben a más de 80 chicos a diario. El pastor Ismael Mármol, quien en conjunto con otras personas se hacen cargo de la institución comunitaria, dijo a #4Medios: “Se nos está haciendo muy difícil conseguir alimentos para los chicos. Tenemos que pedir a las panaderías del barrio si nos pueden dar algo. A veces tienen y otras no”, señaló Marmol.
Según el Pastor, años anteriores podían comprar todo tipo de alimentos y hasta variar en los menús, indicado por los médicos, para que los chicos reciban una buena alimentación.
Sin embargo, tras los aumentos en la canasta básica, a veces logran comprar un paquete de galletitas y té pero no es justamente lo que necesitan los chicos para una buena alimentación. “El gobierno de Mauricio Macri nos soltó la mano al aumentar los productos básicos necesarios para una familia”, apuntó el Pastor.
En el merendero asisten más de 80 chicos. Entre ellos, aquellos que participan en los grupos de Evangélicos y otros, que solo van a comer. “Al merendero se acercan nenes en estado de desnutrición, otros que sufren maltrato doméstico y chicos que atraviesan por muchas necesidades”, explicó el Pastor y agregó: “Hay familias que se quedaron sin trabajo y nos encargan a sus hijos para que puedan recibir un plato de comida”.
En ese sentido, desde la Iglesia, generan tareas para colaborar con aquellos matrimonios que no tienen empleo. “A veces les pedimos a los papás que vengan a pintar el templo y le damos un poco de dinero para que puedan sustentar a su familia”, dijo el Mármol.
La Casa de Restauración, no recibe la colaboración y ni donaciones de ningún lado. Es por eso que a veces se ven obligados a comprar golosinas y productos de kiosco y los revenden a precio más bajos para recaudar fondos.
Sin embargo, a veces las personas tampoco tienen dinero para comprar, por lo que al final es más lo que se pierde, que lo que se junta. “Se nos hace muy difícil alimentar a los chicos, estamos realmente preocupados”, sentenció el Pastor.
Para palear la inquietante situación, desde el merendero tienen pensado organizar un evento musical para recaudar fondos y así poder seguir manteniendo el lugar. De esta manera, podrán seguir asistiendo más chicos del barrio en estado de vulnerabilidad.
